Llevar las preguntas de Luis Arce, presidente de Bolivia, a un referéndum inconstitucional por decreto, implica el gasto de 180.000.000 de bolivianos que que no sobran en las vaciadas arcas del Estado y que hacen falta para el pago del personal de salud (ayer y hoy en huelga por impagos), para mitigar los incendios que están devastando la Chiquitania, para la importación de diesel (con filas interminables en los surtidores y trayéndolo desde Rusia porque no tiene con qué pagar a los proveedores de los países limítrofes), etc.
El pedido al Tribunal Electoral Plurinacional salta los requisitos para proponer una reforma constitucional y salta a la Asamblea Legislativa, que junto a la iniciativa popular, son las únicas autorizadas a promover la modificación de la norma suprema. El artículo 140 de la Constitución Boliviana es tajante respecto a la concentración de poder y a la usurpación de funciones.

El intento del gobierno central es tan nulo en derecho como tan absurdas sus preguntas, que inclusive lo dejan mal parado:
Confiesa el daño al Estado por la subvención de combustibles y pretende que la gente se haga cargo de la responsabilidad que recae en él, primero como Ministro de Economía 14 años y luego como Presidente hace 4.
Confiesa que ni él ni el Tribunal Supremo Electoral están seguros de la inhabilitación del prófugo como candidato presidencial en las elecciones generales de 2025.
Confiesa que es incapaz de gobernar con la Constitución en la mano, aplicando en justicia lo que debe ser: los resultados del Censo de Población y Vivienda 2024 replicados en la representación política de cada departamento, tal y como lo muestra la realidad.
Aquí reformulamos las preguntas presidenciales para que se entiendan mejor:
¿Olvidaron que ganó #BoliviaDijoNo en el referéndum de 21 de febrero de 2016 sobre la reforma constitucional para modificar la reelección y no preguntamos bien si continua o discontinua?
¿Quieren que siga la subvención a la gasolina especial que no pregunté para darla y causa daño económico al Estado desde el día que se me ocurrió implementarla?
Quieren que siga la subvención al diesel que no pregunté para darla y causa daño económico al Estado desde el día que se me ocurrió implementarla?
¿Quieren que para que Santa Cruz tenga proporcionalmente menos parlamentarios de los que le corresponde por los cientos de miles de bolivianos decidieron migrar al Oriente y el imparable crecimiento de su población, aumentemos más diputados a los 130 que dice la Constitución?
La crisis no tiene fondo y seguimos en el camino tortuoso al despeñadero, sólo porque el proyecto de país por el que despilfarraron las reservas es la crónica del fracaso anunciado desde 2005 y, por no asumir las decisiones que deben tomar en un gobierno serio y nacional, siguen arrastrando a todos con él.
Sobran las preguntas, faltan pantalones.
Por Gabriela Ichaso Elcuaz.


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