El 27 de agosto de 1984 el grupo de rock argentino Soda Stereo lanzó su primer disco. Llevaba el nombre del grupo y han pasado… ¡40 años!

En ese tiempo era un novel universitario. La música de nuestra bohemia había dejado de ser la canción de protesta y el folklore. Ya no se organizaban peñas con vino tinto. Eran reuniones bailables, con piscola, en las que casi exclusivamente se escuchaba rock argentino. Fue la época de la plata dulce, los inicios de la sociedad consumista latinoamericana. De la vida light. Fue el espíritu de los años ochenta.  La banda, compuesta por Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti, comenzó a hacer historia.

El disco es enérgico y melódicamente muy simple.  Canciones que ofrecen un ritmo acelerado y contagioso, con letras que abordan temas triviales y cotidianos. Soda se desliga de la seriedad del rock de los setenta pero sin renunciar a la calidad de las letras. Una superficialidad juguetona que muestra la entrada a un mundo que comienza a explotar. Es el de la movida española o de la escena rockera inglesa.  Una nueva generación que estaba más ocupada en vivir el momento que en reflexionar sobre el futuro; en el baile más que en la meditación.

La propuesta musical se apoyaba en una estética alineada con el pop y el glamour que se imponían en esa la década. El álbum debut, desde su portada hasta sus letras, está impregnado de referencias a la cultura popular, con menciones a la televisión, las dietas y el jet set global. Rompía con la tradición musical más poética y existencial de Charly García o Luis Alberto Spinetta.

La banda aprovechó esta frescura estética para presentarse como rupturistas. El disco fue presentado en un local de comida rápida, Pumper Nic.  Soda Stereo demostraba que no estaba interesado en la solemnidad que había caracterizado a gran parte del rock argentino, sino en conectarse con la juventud urbana y cosmopolita. 

El álbum no fue un éxito inmediato en ventas, pero cimentó la carrera ascendente del grupo. Se podría decir que fue el evento fundacional de lo que sería la explosión masiva de la banda en los años siguientes. Los conectó con el público de las discotecas, lo que ayudó a Soda Stereo a consolidarse como una banda de gran atractivo en vivo.

Con el tiempo, el álbum se ha convertido en un clásico de la música en español, y su influencia en el desarrollo del rock latinoamericano es innegable. A través de canciones llenas de ritmo, energía y letras que dialogaban directamente con la cultura urbana de la época, Soda Stereo abrió el camino para muchas otras bandas que adoptaron una estética similar, tanto en lo musical como en lo visual.

El mundo reconoció a través de Soda Stereo a Buenos Aires como «la ciudad de la furia» , en el homenaje de Coldplay, por ejemplo, en 2018 en la ciudad de La Plata, Argentina, y en el saludo mítico de su vocalista y fundador ya fallecido, Gustavo Cerati, un sello de marca inolvidable: ¡Gracias totales!

por Mauricio Jaime Goio.


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