Testimonio 1
Después de estar todo el día de voluntario en la zona del desastre (Aldaia, Valencia, España) he podido comprobar la diferencia que hay entre la imagen que me había hecho por redes y la realidad. Voy a intentar explicarlo para los que no estáis aquí.
Lo primero que notas al llegar es el olor. Madera putrefacta, corcho y colores químicos chorreando por el suelo. Huele a descomposición.

Lo segundo es la gente. He visto muchísimas personas en zonas muy pequeñas. Cientos de voluntarios repartiendo comida y limpiando. Había calles por las que no se podía ni circular. Ellos han resuelto todo lo que la política no ha sido capaz. Y no es poco.

He buscado fuerzas especiales, alguna autoridad. ¿Y qué he visto? Cuatro militares que probablemente tengan mi edad o menos. Ni un solo vehículo pesado más allá de tractores agrícolas y un camión de bomberos. Es el QUINTO día desde la DANA.

Garajes. Otra cosa que me ha sorprendido. Sabía que era posible que hubiera muchos pero no tantos. He visto mínimo 10 así en un pueblo que tiene cuatro calles. Y el silencio. Te hiela la sangre imaginar lo que hay debajo de ese manto de barro donde se te hunden los pies.

Conforme iba caminando me he fijado en una X que había grafiteada en varios coches. Los vecinos me han dicho que son los vehículos donde han encontrado cadáveres. Me he puesto a contar y he llegado a 30 y pico en solo dos calles.

Hablando con vecinos, muchos de ellos tenían historias de familiares con niños desaparecidos. Hiela la sangre pensar en las cifras reales.

Algo que no me explico es el apagón informativo. Ahí solo han aparecido periodistas del New York Times, Clarín o extranjeros. Ningún medio español.
Una biblioteca entera de libros echados a perder.

A veces ves decenas de personas subidas a un remolque como si fuera la India. Es heroico, pero esto lo tendrían que estar haciendo profesionales y no civiles sin protección ni experiencia. Aún así, responden a la inacción del gobierno y salvan vidas.

Al atardecer el pueblo se vacía y da miedo imaginar lo que sucede sin luz. Muchos vecinos están asustados y hay quienes se aprovechan.
Llegados a este punto seguramente te preguntes qué puedes hacer para ayudar. Hay cientos de voluntarios que se dedican a barrer adoquines horas y horas, pero lo que se necesita es maquinaria pesada y profesionales, algo que de momento ha llegado a cuentagotas.
Toda la presión que se pueda ejercer sobre la clase política es poca. Solo reaccionarán cuando vean su silla tambalearse. Y entonces será demasiado tarde para ellos.
Que tenga que venir “Valverdismo” a poner cuatro fotos y hacerse el periodista porque no haya profesionales cubriendo esto me toca los cojones bastante.
Una última cosa. La señora que sale en los vídeos me ha dicho que los vecinos hablan en las calles y se preguntan entre ellos por los fallecidos. La policía, cuando está, se dedica a disolver los grupitos y mandarlos a casa. Eso les tiene bastante cabreados.
AVISO: Mañana han anunciado que los voluntarios tendrán el acceso cerrado. Si queréis entrar necesitáis ir con una ONG u asociación acreditada. Yo he ido con ADRA y mi experiencia ha sido muy buena.
Tomado de Valverdismo
Testimonio 2
Dado que quiero estudiar periodismo y he vivido esta DANA en primera persona he decidido traeros un hilo con todos los archivos que he recopilado de la tragedia, cosas que no veréis en otros medios y que creo que ayudará a la gente a ver la situación en la que se encuentran los pueblos afectados.

Así se encontraba el Barranco de Torrent el día después de la tragedia, se ven restos de coches que parecen desguazados, da miedo pensar si había personas en su interior.



Aquí entro a Paiporta (Valencia, España) el día después de las inundaciones, se puede observar ya desde la entrada un entorno post apocalíptico, cementerios de coches y personas que no saben ni por dónde empezar a reparar un pueblo arrasado y destruido.


Me adentró en Paiporta, la calle de mi abuela, una de las principales, al entrar me quedo en shock, el panorama es digno de una película de zombis, veo a gente perdida, como si aun no asimilasen lo sucedido.


En este bar almorzado muchos sábados junto a mi padre y mi tío, como su propio nombre indica era un punto de encuentro entre mi padre que se crío en este pueblo y sus amigos de la infancia, hoy todo lo que algún día fue parte de nuestra vida esta destruido y cubierto de lodo.

Este es el solar de casa de mi abuela, cuando llueve solían formarse charcos, hoy es una huella imborrable de una tragedia lamentablemente inolvidable…



Entro en casa de mi abuela y me encuentro el peor escenario posible, lo que algún día fue un hogar entrañable hoy es una ruina llena de lodo y escombros, me parte el alma a mi pero sobretodo a mi abuela, con 85 años se ha quedado sin nada.


Sigo mi andadura por Paiporta donde solo encuentro destrucción como si de una guerra se tratase.



Se hace la noche, con ella la oscuridad, puentes sin barandillas y vidas rotas, Paiporta esta hundida ante la pasividad de los gobernantes.



Casas destrozadas, carreteras convertidas en calles de peregrinaje y excavadoras que no pueden con tantos coches.



Otras localizaciones también muy afectadas como es el caso de Picanya, más imágenes desoladoras…




Las carreteras por donde alguna vez fueron coches ahora yacen hundidos, da miedo pensar que habrá tras esos submarinos terrestres.

El garaje de Bonaire donde muchas veces estuve, ahora convertido en un posible cementerio, se rumorea que podrían haber ya 86 muertos.

Miles de voluntarios se congregan en la Ciudad de las Artes y las Ciencias para ayudar a los afectados por las riadas.

Evidentemente no fui solo a grabar y hacer fotos, fui a ayudar que es lo que más se necesita, aquí las pruebas.


Tomado de Kimi
DANA: Un fenómeno habitual en el Mediterráneo
El término DANA empezó a ser usado por meteorólogos españoles hace unas décadas para diferenciarlo del de “gota fría”, más genérico y que suele utilizarse para hacer referencia a cualquier situación de lluvia intensa y abundante, sobre todo cuando ocurre en la costa mediterránea de la Península Ibérica durante el otoño.
La DANA es un fenómeno en el que una masa de aire polar muy frío queda aislada y empieza a circular a altitudes muy elevadas (entre 5.000 y 9.000 metros), lejos de la influencia de la circulación de la atmósfera.
Luego, al chocar con el aire más cálido y húmedo que suele haber en el mar Mediterráneo, genera fuertes tormentas, sobre todo a finales del verano boreal y principios del otoño, cuando las temperaturas marítimas son más elevadas.
“Crea un entorno intensamente inestable, y ahí es donde el aire se eleva. Muy rápidamente permite que las nubes de tormenta realmente vuelen, ayudadas e instigadas por los vientos que golpean terrenos más altos y también se elevan. Y cuanto más altas son las nubes de tormenta, más humedad hay en ellas”, explicó el meterorólogo de la BBC Matt Taylor.
Descubre más desde Ideas Textuales®
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
