Cuando las alas suplen los caminos

En el Beni volar es urgencia. Se conecta con las necesidades de sus habitantes, desperdigados en comunidades aisladas. Son 213.000 kilómetros cuadrados. Se trata del segundo departamento más grande de Bolivia. Su paisaje –a ratos selvático, a ratos inundado, siempre majestuoso– parece suspendido en otro tiempo.