El rastro de lo que nunca quisimos guardar
Nuestros teléfonos nos conocen mejor que nuestros amigos, nuestras madres o nuestras exparejas. Nos siguen en silencio, nos venden sin culpa y se convierten, sin querer, en la bitácora invisible de nuestras vidas. ¿Qué revela esta vigilancia sobre nosotros mismos?
Copia y pega esta URL en tu sitio WordPress para incrustarlo
Copia y pega este código en tu sitio para incrustarlo