El tercer y cuarto bloque del evento organizado por la Cámara de Industria y Comercio de Santa Cruz tuvieron como ejes temáticos las libertades y los derechos, y la vitalidad empresarial y el rol del sector privado.
Tercer bloque. Eje institucional: Libertades y derechos
La economista cruceña Claudia Pacheco, presidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz, hizo una alocución presentando a doña Carmen (en pantalla), una señora viuda con tres hijos y siete nietos y una pensión mínima que es la Renta Dignidad, que apenas le alcanza para cubrir sus medicamentos. Sus hijos, por falta de oportunidades para obtener un empleo, optaron por poner un taller de repuestos, que aunque no les va mal, tampoco les sobra. Ella se pregunta hasta cuándo la tendrá y qué será de sus hijos después. Cómo se garantiza derechos y libertades en un país con altas restricciones políticas, económicas y sociales. ¿Va seguirse parchando el presente e hipotecando el futuro? ¿Cómo se garantiza que sectores vulnerables puedan ser atendidos sin comprometer la sostenibilidad del país? ¿Y cómo se alienta la libertad para emprender, producir, sin tener miedo luego de que esto no sea un castigo para quienes desean emprender y crear empresa? Si bien Bolivia ha hecho importantes avances en el tema de bonos sociales, lamentablemente estos bonos cuando se realizan las transferencias y al no tener un sistema unificado, generan duplicidad y obviamente esos datos pueden generar un desfase. Adicionalmente, el Estado ha ido creciendo demasiado y se sabe que en este momento se cuenta con una balanza de déficit fiscal alto, gracias a la creación de empresas públicas deficitarias que en más del 90% traen este resultado, subsisten en base a subsidios y también porque hay una carga altamente burocrática y un excesivo gasto que sigue sin control. Por otro lado, el sector formal privado tiene alta carga tributaria, tiene trabas e inseguridad jurídica. Y el sector informal, que desea pasar a la formalidad, no cuenta con incentivos para hacerlo y mucho menos para crecer.
Hay tres principios que tendría que adoptarse para que esto no pase: Primero, responsabilidad con apoyo real, esto es que doña Carmen no quiere caridad sino condiciones para que sus nietos accedan a empleo, que puedan emprender y que se puedan capacitar. Segundo, solidaridad para los sectores vulnerables que realmente lo necesitan (niños, mujeres y adultos mayores): niños que no pueden acceder a una educación digna y mucho menos a una alimentación, mujeres que ahora se ven violentadas incluso con suicidios y feminicidios que van en aumento en el país; y los adultos mayores que se sienten abandonados o que sus mismos hijos les quitan sus pertenencias y propiedades. Tercero: la subsidiaridad y eficiencia, para que las empresas privadas provean sin que el Estado les haga competencia.
La expositora pregunta si los candidatos serán capaces de hacer la reestructuración que se debe, de entregar los bonos sociales unificando y a través de la tecnología; de quitar la burocracia del Estado a través de la meritocracia; que los verdaderos vulnerables reciban atención con un presupuesto real, no con uno ficticio y con personal capacitado.
El periodista cruceño Tuffi Aré fue el encargado de conducir las preguntas y repreguntas en este sector temático que tratará acerca del ajuste del déficit fiscal y el impacto social.

Manfred Reyes Villa respondiendo a acerca de cómo abordará el rápido envejecimiento de la población, qué reformas estructurales plantea al régimen de pensiones y qué rol debe jugar el Estado en el cuidado de personas mayores sin redes de apoyo sin afectar la sostenibilidad fiscal, sostuvo que con la edad de jubilación a los 65 años un médico que gana 10.000 bolivianos va a percibir 3.000 bolivianos y lógicamente no quiere jubilarse por lo que debe mejorarse a que esa retribución sea mínimamente del 60%. Propone tener un presupuesto para eso, ya que la Gestora que debería hacer como en todo el mundo invertir para que aumente cada vez la jubilación, no lo hace y entrega al gobierno las utilidades. Consultado cómo aumentará el presupuesto, indicó que debía diversificarse la economía porque en el país existe la costumbre de la monoproducción: en la época de la goma, solo la goma; en la época de la castaña, solo la castaña. Fue refutado en el sentido de que las jubilaciones se financian con aportes patronales y otros recursos no con la diversificación de la economía. Reyes Villa aclaró que la Gestora debe ser totalmente institucionalizada y diferente, que debe incrementar progresivamente las jubilaciones en función de las utilidades. Consultado sobre cuánto se destina al pago de las jubilaciones, afirmó que era el 23%, alrededor de 8.600 millones de bolivianos y sobre si reestructuraría la Gestora, señaló que ni las AFPs funcionaban bien porque los aportantes querían retirar sus fondos y no los dejaron. Insistió en una Gestora totalmente independiente, que vea cómo invertir los fondos y no está de acuerdo en que funcione como un sistema mixto. A la pregunta de cuántos y cuáles son los bonos existentes en el país, el candidato de APB-Sumate afirmó que su cuantía es insuficiente y que, a pesar del déficit, no los eliminaría y buscaría financiamiento.
Samuel Doria Medina fue interpelado sobre cuál sería su propuesta concreta para reducir la dependencia estructural de los subsidios universales o mal focalizados, sin generar estallidos sociales o mayor pobreza. Sostuvo que es necesario mantener la red social de bonos sociales y subsidios, como el de lactancia materna, pero debe reducirse el déficit fiscal eliminando fundamentalmente las subvenciones al diesel y a la gasolina, lo que representa aproximadamente el 4,5% del PIB, alrededor de 2.400 millones de dólares. Levantando esa subvención que mayormente se va al contrabando, se puede destinar una parte del ahorro -más o menos un punto del PIB- a una compensación a los sectores de más bajos ingresos porque ya ha habido un impacto importante en el costo del transporte, en el precio de los alimentos y a mucha gente no le alcanza ya el dinero. Hay otra parte del déficit que son las empresas públicas que se han hecho sin sentido, sin estudio previo, y generan pérdida hace más de 10 años. Esas empresas se van a cerrar y la gente que trabaja en ellas tendrá que convertirse en emprendedora o buscar un trabajo en el sector privado pero es fundamental bajar el déficit para parar la inflación, que no siga perdiéndose el poder adquisitivo de los salarios. Reduciendo el déficit, habrá los recursos para poder dar una compensación. Preguntado sobre cuánto se destina en el Presupuesto General del Estado a los bonos, subsidios y rentas, Doria Medina respondió que esos bonos como el Juancito Pinto, Juana Azurduy y la renta Dignidad se están pagando con crédito del Banco Central de Bolivia, aumentando el déficit fiscal. Se está viviendo una fiesta en el Estado masista donde gastan alrededor de 2.500 millones de bolivianos en celebraciones, vehículos, celulares, viáticos, viajes, y ahorrando ese gasto se puede pagar los bonos. Tufí Aré aclaró que la Renta Dignidad representa un gasto de 5000 millones de bolivianos, el bono Juana Azurduy 187 millones de bolivianos, el Bono Juancito Pinto 477 millones de bolivianos, el subsidio universal prenatal 166 millones de bolivianos y el bono mensual para personas con discapacidad 189 millones de bolivianos.
A su turno, el candidato Rodrigo Paz Pereira fue consultado sobre concilia su propuesta económica con la necesidad de proteger los derechos de los grupos vulnerables como adultos mayores, niñez y adolescencia y personas con discapacidad y si contempla programas de protección focalizados o universales. Explicó que si no se genera movimiento en la economía, no hay con que pagar los programas sociales. Ser formal en Bolivia es una instancia cara. Hoy se tiene en Bolivia 5,7 millones de hombres y mujeres en la informalidad (gremiales, transportistas, cuentapropistas) y 1 millón vinculado Estado-formalidad. Ser formal es caro y debe llevarse adelante un perdonazo tributario, ya que hay 66.000 millones de bolivianos entre multas y temas jurídicos. Dar un respiro a la formalidad va a dar un alivio a la economía. Dio el ejemplo de un ciudadano que trabaja en la informalidad que le decía que si se le da crédito barato, impuesto barato, arancel barato, podría ser partícipe de una relación con la formalidad a futuro. Hablo de un sinceramiento del proceso que genere una base ancha de la economía, que sea flexible, que incorpore a los millones de hombres y mujeres que no quieren ser parte, participar del Estado. Difiere con Tuto Quiroga respecto al litio porque considera que debe verse primero el tema de hidrocarburos, las políticas medioambientales para inyectar dólares. Dio el ejemplo de Charagua en Santa Cruz, un municipio que tiene un proyecto de bonos de carbono por 200 millones de dólares y que por un problema ideológico no permiten que ese proyecto siga adelante; también vería el oro que también generaría dólares.
Acerca de cómo disminuir el déficil fiscal, en qué tiempo y cómo, Paz Pereira recordó el decreto 21060 del ex presidente Víctor Paz Estenssoro, aclarando que había un quinto artículo estableciendo el bolsín (arguyó que la disposición fue quitada por el ex presidente Sánchez de Lozada) de cambio de la moneda nacional y el dólar, estableciendo un dólar para gastar y otro para producir. Habló de repatriar 7.000 millones de dólares que se encuentran en el exterior y ajustar achicando el Estado y sus empresas públicas deficitarias, que implica más de 90.000 millones de bolivianos vinculados al sector y auditarlas todas. Sin embargo, evitó dar un porcentaje definido de reducción del déficit fiscal, cómo hacerlo y cuándo, dejándolo para noviembre en caso de asumir el gobierno.
La pregunta inicial al candidato Jorge Tuto Quiroga fue qué grado de responsabilidad debe tener el Estado frente a la violencia basada en género. Señaló que el Estado debe ser absolutamente rígido y taxativo contra la violencia contra las mujeres, con instituciones especializadas en la Defensoría del Pueblo como en el Ministerio Público que persigan especificamente estos delitos y cambiar la ley para modificar las tipificaciones con penas acumulables, que las condenas se cumplan en cárceles de verdad y no en cárceles donde se hacen parrilladas y cenas bailables. Se debe garantizar igualdad de oportunidades para las mujeres. Hoy la pobreza tiene rostro de mujer en zonas rurales y de poblaciones indígenas. Ciento veinte mil millones de dólares que llegaron del gas, del Banco Central, de la Gestora, se fueron a la gastadera y la robadera en elefantes azules y no se fueron a la salud y la educación. En el pasado hubo avances para que los recursos lleguen a zonas rurales. Bolivia fue el primer país que condonó toda la deuda externa multilateral y la plata se fue a zonas rurales, como el municipio de Tiquipaya en Potosí, que recibía 6 ó 7 veces más por habitante que la ciudad de Potosí. Los recursos del Fondo Indígena se los robaron y estaban destinados a las zonas rurales a apoyar a las niñas y a los jóvenes. Es importante destacar que en 20 años hubo una enorme cantidad de discursos y de retórica, cuando no hubo resultados sino la manipulación incluyendo los recursos que estaban destinados a indígenas quitándoles oportunidades.
Consultado sobre la preminencia de hombres en las listas parlamentarias y que su acompañante de fórmula no fue mujer, Tuto Quiroga contestó que si no se cumpliera la equidad de género ninguno de los candidatos estaría allí porque la ley obliga. No puede responder por el caso de las listas de Morena (el partido que lleva a la alcaldesa de El Alto, Eva Copa, como candidata a la presidencia) que tiene 300 inhabilitados. Recordó que en el pasado fue candidato a la presidencia con Tomasa Yarhui a la vicepresidencia y que ahora buscó abrir espacio a una nueva generación, como el caso de Juan Pablo Velasco, el empresario más exitoso de lo que va en el siglo.
A 24 horas de la finalización del evento, en la plataforma de Facebook a través de la cual fue transmitido además de otros medios de comunicación, registra 67.000 vistas.
Por Gabriela Ichaso.
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Realmente que flojera escuchar a la nada preparada economista Claudia Pacheco, que penuria oirla jalar datos, inventarse teoria y de paso no estar ni contextualizada con Bolivia.
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